Contaminación Lumínica: El exceso y mal uso de la luz artificial por la noche

"Un cielo oscuro" no significa "un suelo oscuro"; si eres inteligente, puedes mantener un cielo oscuro sin perder iluminación en el suelo.


¿Qué es la contaminación lumínica?

De todas las formas de contaminación que generan los humanos, la contaminación lumínica recibe la menor atención. Sin embargo, es uno de los problemas más prevalentes que enfrentan hoy en día tanto el mundo desarrollado como el mundo en desarrollo. La contaminación lumínica puede adoptar varias formas: la invasión lumínica ocurre cuando la luz no deseada se escapa de una propiedad a propiedades adyacentes; la sobreiluminación es el uso excesivo de luz donde no se necesita; el deslumbramiento lumínico son los cúmulos redundantes de iluminación que se encuentran en muchos centros urbanos; el resplandor del cielo es la contaminación lumínica colectiva que se encuentra sobre grandes ciudades. Es un enorme desperdicio de dinero, de recursos y, más importante aún, nos está perjudicando.

¿Qué causa la contaminación lumínica?

La contaminación lumínica es en gran parte el resultado de un mal diseño de iluminación, que permite que la luz artificial brille hacia afuera y hacia arriba en el cielo, donde no se desea, en lugar de enfocarla hacia abajo, donde se necesita. Las fuentes comunes de contaminación lumínica incluyen farolas, luces de estacionamientos/centros comerciales, luces exteriores en la mayoría de hogares/empresas, letreros de neón y carteles iluminados.

Efectos en la salud humana

La oscuridad es esencial para nuestro bienestar biológico. Durante siglos antes del desarrollo de la luz artificial, los seres humanos se acostumbraron a un ciclo de día/noche de 12 horas de luz natural y 12 horas de oscuridad. Ese ciclo es parte de nuestros ritmos circadianos, un imperativo biológico esencial que se ve dramáticamente afectado por la presencia de luz en la noche.

La alteración del ritmo circadiano ha sido vinculada a trastornos del sueño como el insomnio y el síndrome de la fase de sueño retrasada, así como a la depresión, la hipertensión, el trastorno de déficit de atención, la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardíacas.

Otra función biológica importante que se ve interrumpida por la presencia de luz en la noche es la producción de melatonina. La melatonina es un potente antioxidante, anticancerígeno y es responsable de regular el metabolismo y las respuestas inmunitarias. Se ha demostrado que los niveles reducidos de melatonina tienen una correlación con las tasas crecientes de cáncer de mama en el mundo desarrollado. Según otro estudio, citado en la revista Environmental Health Perspectives, las mujeres que viven en áreas donde es lo suficientemente brillante para leer un libro afuera a medianoche tenían un 73% más de probabilidades de desarrollar cáncer de mama que las mujeres que viven en áreas menos iluminadas.

¿Más luz te hace más seguro?

Observa los tipos de luces utilizadas por la noche. ¿Tienes buena visibilidad a tu alrededor o la luz sin protección produce tanto deslumbramiento que de hecho tienes mala visibilidad? Por lo general, es lo segundo. Los peligros relacionados con la seguridad que vienen con la mala visibilidad nocturna son causados por luces deslumbrantes. Pero hay soluciones fáciles: proteger las luces para reducir el deslumbramiento, atenuar las luces para proporcionar la cantidad adecuada de luz y apagar las luces cuando no son necesarias. Más luz no nos hace más seguros, el uso inteligente de la luz sí lo hace.

Efectos en la Vida Silvestre

Pero los humanos no son las únicas criaturas afectadas por la contaminación lumínica. Dondequiera que la luz humana se infiltra en el mundo natural, se ve afectado algún aspecto de la vida animal — migración, reproducción, caza y alimentación.

El caso más estudiado de esto se puede ver en las tortugas marinas. Las crías de tortuga marina instintivamente se dirigen hacia la fuente de luz más brillante, porque durante cientos de años antes de que la humanidad dominara la oscuridad, el reflejo de las estrellas en el océano era lo más brillante en las playas. Pero con las ciudades costeras inundando la noche con sus luces brillantes, las crías se confunden y desorientan, dirigiéndose hacia las ciudades y no hacia el mar, cayendo presas de la deshidratación y depredación y nunca alcanzando la seguridad del océano.

Efectos en la Economía

Mientras que los efectos ambientales de la contaminación lumínica son trágicos, los efectos económicos pueden ser igualmente impactantes. La Asociación Internacional del Cielo Oscuro estima que 1/3 de toda la iluminación se desperdicia a un costo anual de 2.2 MIL MILLONES de dólares. ¡La luz proyectada directamente hacia arriba desde una farola tipo cobra es aproximadamente el 30% de la luz total que emite! Para poner eso en perspectiva, la lámpara de escritorio promedio usa 40 vatios de electricidad. Para generar tanta electricidad, principalmente las centrales eléctricas alimentadas por carbón expulsan alrededor de 15 millones de toneladas de contaminación de dióxido de carbono a la atmósfera cada año. Tanta contaminación atmosférica resulta de la creación de electricidad que arreglar la contaminación lumínica sería equivalente a retirar 9.5 millones de autos de las carreteras.

¿Cómo podemos solucionar la contaminación lumínica?

Abordar la contaminación lumínica de manera efectiva implica apagar las luces innecesarias y utilizar accesorios completamente protegidos y eficientes para minimizar el resplandor del cielo, lo cual puede reducir significativamente el brillo artificial del cielo. Incorporar un diseño de iluminación considerado —considerando la intensidad apropiada, el tiempo y la temperatura de color de la luz— mitiga aún más la contaminación, mejora la seguridad y conserva energía. Este enfoque estratégico no solo preserva el cielo nocturno sino que también ofrece ahorros de energía sustanciales y beneficios ambientales.

Conclusión

La integración de la luz en la arquitectura sagrada representa un profundo viaje de exploración estética y espiritual. A través de los siglos, los arquitectos han descubierto continuamente formas innovadoras de integrar la luz en espacios sagrados, convirtiéndola en un elemento central en la creación de entornos que no solo son impresionantes arquitectónicamente sino también enriquecedores espiritualmente. Este legado perdurable destaca la capacidad de la luz para elevar el espíritu humano y conectarlo con lo divino, manifestando lo sagrado en el juego de sombras e iluminación.