Diseño de Iluminación Inclusiva: Un Enfoque Holístico para Espacios Arquitectónicos.

En los últimos años, hemos sido testigos de cómo la inclusividad ha cobrado un papel central en las conversaciones de la corriente principal, enfatizando la importancia de atender a los grupos vulnerables de la sociedad. Este cambio cultural se extiende al diseño arquitectónico, donde un enfoque de talla única ya no es suficiente. UMAYA Lighting Design recientemente completó un proyecto en Arabia Saudita, resaltando la importancia del diseño de iluminación inclusivo.

La iluminación tiene el poder de influir en la percepción que las personas tienen de su entorno, al tiempo que afecta su sensación de seguridad y comodidad emocional. Para las personas con discapacidades, un diseño de iluminación cuidadoso tiene un impacto sustancial en sus vidas diarias.

El proyecto de UMAYA se centró en tres categorías de personas con discapacidad, principalmente aquellos con:

  1. Discapacidades Físicas: Personas con discapacidades físicas, incluyendo aquellos que utilizan sillas de ruedas o muletas, que requieren niveles de iluminación consistentes para evitar obstáculos. El control de los niveles de iluminación les ayuda a navegar de manera cómoda y tranquila.
  2. Discapacidades Sensoriales (Auditivas/Visuales): Las personas con discapacidad visual necesitan niveles de iluminación más altos y contraste para una agudeza visual mejorada, mientras que se debe minimizar el deslumbramiento. Las personas con discapacidad auditiva se benefician de una iluminancia vertical adecuada para la lectura de labios y el lenguaje de señas.
  3. Discapacidades Cognitivas: Los pacientes con discapacidades cognitivas tienen experiencias sensoriales más intensas y requieren iluminación que minimice el deslumbramiento y ofrezca personalización a través de accesorios ajustables, lo que ayuda a mejorar su estado de ánimo de manera positiva.

El proyecto también abordó las necesidades únicas de los espacios de salud mental, con el objetivo de crear un entorno más acogedor. La iluminación se integró en la arquitectura para provocar una sensación de libertad y control y reducir el estrés.

La temperatura del color de la iluminación desempeñó un papel crítico, replicando la luz natural para sincronizarla con los ritmos circadianos de los pacientes. Se utilizó iluminación dinámica con diversos colores para reducir la agresividad y promover la tranquilidad. Por ejemplo, la terapia de luz azul es un tratamiento para personas con insomnio.

La regulación de la intensidad y la configuración de escenas fueron esenciales para adaptarse a las diversas necesidades de los pacientes. Se implementó una curva de atenuación suave y un control de escenas flexible para evitar causar angustia a los pacientes y mejorar la comodidad visual, reduciendo así la sobrecarga sensorial.

En conclusión, el diseño de iluminación inclusivo va más allá de cumplir con estándares. Los diseñadores deben considerar las necesidades únicas de las personas con discapacidad, esforzándose por crear espacios que atiendan a todas las partes interesadas y promuevan el bienestar. Este cambio hacia la inclusividad es un paso crucial para asegurar que todos se beneficien de un diseño de iluminación reflexivo.